late vivo en el sol y se prende al pinar.
No te vale olvidarlo como al mal pensamiento:
le tendrás que escuchar!
Habla lengua de bronce y habla lengua de ave,
ruegos tímidos, imperativos de mar.
No te vale ponerle gesto audaz, ceño grave:
lo tendrás que hospedar!
Gasta trazas de dueño; no le ablandan excusas.
Rasga vasos de flor, hiende el hondo glaciar.
No te vale el decirle que albergarlo rehúsas:
lo tendrás que hospedar!
Tiene argucias sutiles en la réplica fina,
argumentos de sabios, pero en voz de mujer.
Ciencia humana te salva, menos ciencia divina:
le tendrás que creer!
Te echa venda de lino; tú la venda toleras.
Te ofrece el brazo cálido, no le sabes huir.
Echa a andar, tú le sigues hechizada aunque vieras
que eso para en morir!

Gabriela Mistral


 



























 

 














 
 









 
 


 
 
 
 
 
 









 
 





 



 
 
 














 
 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 


 




 
 
 
  
 
 
  

 
 
 
 
 


 


    
 






 
 
 
 











 







Nenhum comentário:
Postar um comentário